La decisión de la Agencia Tributaria de exigir el IVA completo de los billetes bonificados del tranvía de Zaragoza puede acabar repercutiendo a todos los usuarios. Aunque el ayuntamiento y la propia sociedad del tranvía han presentado recursos, si no prosperan, se debería repercutir su cuantía --unos 800.000 euros anuales-- en el resto de viajeros, lo que obligaría a elevar el precio del billete. Lo malo es que afectaría también al autobús, ya que los precios son iguales y diferenciarlos sería más problemático. Las bonificaciones son un esfuerzo que realiza en su cuenta de resultados la empresa y están beneficiando a pensionistas y parados, pero la Agencia Tributaria no comparte esta solidaridad con colectivos que no andan sobrados de recursos. Un 25% del PIB es economía sumergida, quizá debería ahondar en esas partidas.