Las autoridades educativas de toda España, dadas las circunstancias, han decidido, aunque no diciéndolo de forma clara y expresa, que debe haber prácticamente un aprobado general y que no se debía avanzar materia. El argumento básico para defender esto es la famosa brecha digital, ya que no todo el mundo tiene el mismo acceso a medios informáticos, lo cual es cierto. Así que lo que se ha decidido es, para que no haya discriminación, aprobamos a todos. Pónganse en el lugar de un chaval de 14 años que se sabe aprobado y tiene que elegir entre disfrutar de unas divertidas ecuaciones, análisis sintácticos, lecturas sobre Historia, Biología, etc. enviadas por sus profesores, o toda una mañana pudiendo jugar a la Play Station o viendo videos en Youtube. ¿Ustedes que hubieran hecho? Yo no culpo a los chavales, hacen lo que es esperable dadas las reglas que se les han dado. Veamos ahora cuales van a ser las consecuencias de todo esto. En primer lugar la pérdida de entre dos y tres meses de formación para 8 millones de alumnos. Piensen lo que se puede aprender en dos meses cuando uno dedica seis horas de clase al día. En segundo lugar me pregunto: ¿qué mensaje estamos transmitiendo, cuando ante una catástrofe con miles de muertos, empleos perdidos etc. les decimos «como hay una desgracia, a ti te aprobamos»? Finalmente quiero hacer una reflexión sobre la brecha digital: aun existiendo, el problema mayor no es que los alumnos no tengan acceso a medios digitales, sino que no se separan de ellos (la primera causa de sanción en la inmensa mayoría de los institutos es el uso indebido del móvil). Y digo yo ¿tan difícil era plantear exámenes de recuperación (solo para los suspendidos, que no son tantos y con las correspondientes medidas de seguridad) a final de junio? Al final, la medida para evitar la brecha digital a quien más va a perjudicar es a los chavales que padecen esa brecha. La pérdida de formación de estos meses para alumnos de familias de nivel sociocultural alto no será tanto problema, porque seguramente este verano visiten con sus padres algún museo, o hablen sobre su trabajo en el despacho, la consulta etc. y si la cosa se pone fea siempre queda el profesor particular. Los chavales de extracción sociocultural baja son los que más necesitan de la escuela y los estímulos para aprender, porque probablemente visiten menos museos y no tengan profesor particular.

*Profesor y economista