Los líderes de Podemos, Pablo Iglesias y Pablo Echenique, han intentado hasta última hora que hubiera una candidatura única para el relevo del segundo al frente del partido morado en Aragón. Pero no ha sido posible. Por más que se trate de una organización nueva hay importantes diferencias ideológicas y brechas personales que han impedido que los dos aspirantes en liza, Erika Sanz, candidata oficialista, y Nacho Escartín, más ecléctico y afín a sectores críticos, se hayan unido. Ambos son diputados, la primera vinculada al ámbito educativo, y el segundo al medio ambiente. La rivalidad se presume enconada y nadie da por seguro que la preferida del aparato resulte finalmente elegida. Hay partido.