La mitología cristiana recoge un pasaje que fijó aquello de los Santos Inocentes y el malvado Herodes. Tenían razón, y en pleno siglo XXI en Beslán, Osetia del Norte, acaba de demostrarse que hay mucho Herodes suelto. Lacra purulenta, asesinos sin razón, resistentes sin sentido, escoria. Los terroristas jamás tuvieron norte alguno pero ahora mismo ni sentido paterno/maternal. ¿Quiénes son las hienas que devoran el futuro? Hienas que alivian su propia podredumbre. Cuando en España sufrimos la virulenta presencia de unas alimañas que sembraron Madrid de huesos, carne quemada y vísceras dispersas, todos salimos a la calle para manifestar con rabia nuestras plurales desazones. ¡Madrid, otra vez más, capital del dolor! Ahora mismo, aún con peores sensaciones, lo es Osetia. Pero los españoles permanecemos en el horror, orondos y tranquilos, sin salir a manifestar públicamente lo que espero que sintamos ante tan manifiesta ignominia. Niños, niñas, proyectos de futuro, la sola razón de la existencia, tras la natural muerte de sus progenitores, la razón de la vida, el sentido de la existencia. Terroristas aparte, llamémosles etarras, islamistas o chechenios. Tenían razón los libros sagrados con Herodes. Bueno sería que tambi¨n acierten en eso de los Reyes Magos, aunque ni Bush, ni Putin parecen tener voluntad de tales. Los niños y niñas masacrados exigen justicia. Pero muy pocos están por la labor: en Vietnam, Hispanoamérica y Africa mueren todos los días muchos niños. Pero a nadie parece importarle, Herodes incluido.

*Profesor de universidad.