El ministro del Interior reafirmó ayer, en nombre del Gobierno, la posible autoría de ETA en la matanza masiva de Madrid. Insistió en que esa hipótesis es la principal línea de trabajo de los investigadores, y puso cuidado especial en señalar que son los antecedentes --más que las posibles pruebas directas-- los que apuntan en esa dirección. Angel Acebes no descartó, sin embargo, cuidadosamente, la tesis alternativa: que los responsables pertenezcan a Al Qaeda. Pero ayer ETA, que suele atribuirse sus atentados, desmintió formalmente haber hecho esta vez el descomunal desastre.

CRECE LA TESIS SOBRE AL QAEDA. -- En la esfera internacional, la cautela provocada por la posibilidad de que la policía española tenga datos confidenciales sobre lo sucedido no frena la impresión generalizada de que el atentado ha sido obra de Al Qaeda. Más aún: a raíz de esta matanza, países con servicios de inteligencia tan solventes como el Reino Unido y Francia han puesto en vigor medidas cautelares de seguridad que no habrían sido adoptadas si creyesen que ha sido ETA.

ELECCIONES Y ETICA. -- Las dudas sobre la autoría nos sitúan ante una espinosa cuestión moral y política. Se superponen varias realidades. La de que mañana, domingo, hay elecciones generales, y la de que, se diga lo que se diga, hay gente que a última hora podría cambiar de voto si es ETA o Al Qaeda la responsable del inmenso crimen.

Pero también está en danza la obligación ética estricta del Gobierno español de decir la verdad y de no demorar la información, le convenga o no. Y el derecho de la opinión pública a conocer si, además del terrorismo etarra que ya sabíamos que pende sobre nosotros, a partir de ahora, tras el papel que oficialmente ha desempeñado España en el conflicto de Irak, ha empezado una etapa de terrorismo islamista en nuestro propio país.

No hay ninguna razón para que los ciudadanos adultos de España no podamos saber sin ambigüedades si ETA tiene en estos momentos la capacidad y la voluntad operativa y destructiva de dar un golpe de esta naturaleza. Tampoco existe ninguna razón para que, si el Gobierno de José María Aznar cree haber actuado bien en la crisis de Irak, no asuma ahora, a cara descubierta ante los ciudadanos, una de las locas e injustas, pero previsibles, consecuencias de su posición y de sus decisiones.

MANIFESTACIONES.-- Dos palabras explican la respuesta dada anoche por los españoles al terrorismo: maravillosa y total. El único incidente ocurrió en Barcelona: la condenable intolerancia de una minoría, en un día de unidad, hacia Rato, Piqué y el PP.