9de la mañana, dejo a mis hijos en el cole y cojo la moto para irme al despacho. En la calle Asalto de Zaragoza, me paro en un semáforo y veo a un chaval al lado de un patinete llorando a todo llorar con una multa en la mano. El chico iba hablando por teléfono con su madre, y tal era su intensidad de angustia, que incluso tiene que pararse para coger aire. La gente se quedaba mirando y todo. Paro la moto, le digo que soy abogado y que le voy ayudar, que me enseñe la multa. Entre sollozos, me cuenta que había alquilado un patinete, le había parado la Policía Local y al comprobar que tenía 17 años, le faltaban seis meses para la mayoría de edad, le había puesto una multa de 36 €. El chico, con mochila en la espalda, iría al colegio o al instituto, muy educado, me decía que la culpa era suya porque no sabía que no podía alquilarlo. Examino la multa y veo que está perfectamente identificado y que es conforme a derecho. Me voy al maletero de la moto y le doy el importe de la multa para que la pague. ¿Es conforme a derecho multar a un chaval por ello? La verdad que sí, pero no era necesario. Me recordó a mi cuando tenía 16 años, y mi padre me regaló un Vespino, y día si día también me paraban para buscarme algo para multarme. ¿Te paraban por que habías cometido una infracción? Te paraban para ver qué podían buscar para multarte. Recordé esa sensación de impunidad, de sentirme desprotegido e indefenso, esa sensación de que pareces un delincuente, cuando en realidad eres un niño, adolescente sí, pero un niño en formación. Hay que transmitir a los jóvenes que la policía esta para guardar el orden establecido, para protegernos de los delincuentes, infractores etc. pero no para esto. Por lo menos, espero que este chaval entienda que lo que hizo está mal, pero no es lo correcto multarle. No es la forma de educar a la juventud y las multas no están para esto, y mucho menos la Policía. *Abogado