Los hombres de negro de Bruselas ya tienen un nuevo objetivo: visitar los aeropuertos españoles fantasmas. Tras investigar los bancos, los inspectores del Tribunal de Cuentas de la UE se dedicarán los próximos meses a viajar a los aeropuertos de Huesca, Ciudad Real, Castellón y León para fiscalizar sus cuentas. El objetivo es conocer al detalle en qué se ha gastado el dinero público europeo que recibieron. Si los inspectores los examinan bien, verán los gastos superfluos que se han producido en estas instalaciones sin aviones y sin pasajeros. Y que sus conclusiones tengan consecuencias.