Desde la Universidad de Zaragoza se glosó en su momento las bondades del Plan Bolonia que permitía homologar estudios. Ahora, el grado de Periodismo que se inauguró en 2008, no puede presentarse de forma voluntaria a la acreditación por tener problemas de infraestructuras y profesorado. El coordinador culpa al Gobierno por impedir nuevas contrataciones, pero las enseñanzas académicas continúan con las carencias que la misma facultad reconoce. Los alumnos, por tanto, están recibiendo una formación que no puede ser homologada. Si no había garantías, no se pueden aceptar matrículas.