Para la construcción del hospital de Teruel, la Consejería de Sanidad había presupuestado este año 18 millones de euros. Como no empezarán las obras hasta septiembre, apenas se podrán gastar cuatro. El año pasado, la polémica sobre el riesgo sísmico de los terrenos sobre los que se asentará también impidieron la ejecución de la partida destinada al mismo que, por cierto, el consejero anunció que se derivaría a adquirir aparatos médicos de alta tecnología. Sin que se haya cumplido la totalidad del compromiso. Es una forma de ir trampeando el exceso de déficit. ¡Vaya manera de gestionar!