Las principales autoridades aragonesas, líderes de los partidos políticos, candidatos a las elecciones del domingo, colectivos sociales, empresas, sindicatos, universidad y centros escolares, todos manifestaron ayer su repulsa y condena al salvaje atentado terrorista en Madrid. Todos se sumaban al sentimiento colectivo de la sociedad aragonesa que está viviendo el último zarpazo de la barbarie terrorista con el alma en un puño. A las ocho de la mañana, cuando empezó a trascender la magnitud del atentado, se paralizó toda la actividad en Aragón. Los aragoneses, que han sufrido demasiadas veces la insoportable herida de los terroristas, contuvieron de repente el aliento y suspendieron todas las actividades para estar cerca de las víctimas desde el silencio que se guardó en la calle, las fábricas, los despachos y las aulas. Era tal la tristeza y la solidaridad de todos los ciudadanos que resultaba imposible hacer nada.

En nombre de todos los aragoneses, el presidente Marcelino Iglesias manifestó su dolor y "repugnancia absoluta" por la tragedia y ofreció a Madrid todos los recursos sanitarios de que dispone Aragón. Las banderas y los partidos quedaron ayer absolutamente al margen de la actividad ciudadana, pues lo que une a todos los aragoneses es infinitamente más fuerte que lo que ideológicamente los separa. Antes de que el Gobierno aragonés decretara tres días de luto ya se habían suspendido todas las actividades culturales en señal de duelo, y hasta la comisión que negocia el convenio de Opel aplazó la negociación desde la "más profunda solidaridad con las víctimas y sus familias". Todas las asociaciones de estudiantes de Aragón han convocado para esta mañana paros y concentraciones, y todos los ciudadanos están convocados a las distintas manifestaciones que bajo el lema Con las Víctimas, con la Constitución, por la Derrota del Terrorismo , tendrán lugar esta tarde en Zaragoza, Huesca y Teruel. Hay que plantar cara al terrorismo. Hoy en la calle y el domingo en las urnas.