Mejoras laborales, más medios y respeto a su labor. Las reivindicaciones de los jueces y fiscales podrían ser firmadas por cualquier trabajador. Y si se pide una Justicia de calidad, el refrendo es total. Lo llamativo de estos paros es que por primera vez les reducirán el sueldo a los que los han secundado. No tienen regulado el derecho a la huelga y los servicios mínimos, por eso urge que el ministerio lo haga, como ocurre con todos los trabajadores.