En la provincia de Huesca, la victoria del PSOE ha sido clara. El 14-M deparó a los socialistas, además de dos diputados y tres senadores -frente a la mínima representación obtenida para ambas Cámaras por el Partido Popular-, una amplia distancia numérica, de votos, que les permite afrontar con cierta holgura el reto de los próximos comicios europeos.

En el cómputo global provincial, el PSOE logró cosechar alrededor de 60.000 papeletas, superando a su más directo rival en 10.000 votos y mejorando de manera ostensible sus resultados anteriores.

En Huesca capital, el PSOE creció en más de 4.000 sufragios, sumando un cómputo de 15.517 papeletas. Los populares, en cambio, veían disminuir su cuota en algo más de mil electores, en una tendencia descendente desde 1996, obteniendo 11.789, a mucha distancia todavía, eso sí, de Chunta y del PAR.

Por lo que respecta a las poblaciones más representativas de la provincia oscense, el partido de José Luis Rodríguez Zapatero, representado por su cabecera de lista, Víctor Morlán, se impuso en la mayoría de ellas, aunque no en todas.

Así, por ejemplo, en Monzón, el PSOE creció estimablemente, obteniendo 4.416 votos, frente a los 3.257 del PP, que veía volar más de 700 papeletas sólo en esta circunscripción.

En Jaca, los socialistas se impusieron asimismo con claridad, sumando 3.426 votos (mil más que en el 2000) frente a los 2.527 del PP.

También en Sabiñánigo, Morlán y los suyos consiguieron incrementar su referencia en unos 700 sufragios, firmando un acta de 2.819 papeletas, frente a las 1.646 del partido de la gaviota.

En Sariñena, patria chica de uno de los dirigentes populares oscenses, Antonio Torres, el PSOE se impuso muy ajustadamente: 1019 contra 924 votos del PP. Escaso fue igualmente el triunfo socialista en Binéfar: 2.193-2.096.

En Barbastro, otra de las plazas fuertes, los del puño y la rosa se hicieron con 1.200 nuevas voluntades, sumando un global de 4.366 votos, frente a los 3.370 del PP, que los había derrotado en las generales del 2.000.

El Partido Popular, encabezado por Angel Pintado, venció en Fraga, donde mantuvo a salvo la mayoría de sus fidelidades, cosechando 3.249 votos, frente a los 3.088 socialistas. También se alzó como la fuerza más votada en Aínsa (460-369) y Tamarite (1.012-873). O en poblaciones de menor censo, como El Grado, Esplús, Panticosa, Sallent de Gállego, Peñalba o Villanueva de Sijena.

El triunfo socialista en Huesca hay que encausarlo bajo los condicionantes hábiles para las tres provincias de la comunidad: atentados del 11-M, trasvase del Ebro, déficits de infraestructuras por parte del gobierno central... Pero también, probablemente, por la acción política, más o menos conjunta, de los dos líderes del socialismo oscense: Marcelino Iglesias, presidente de la DGA, y Fernando Elboj, alcalde de Huesca. Entre ambos han conseguido componer un sólido entramado, cuyos resultados a la vista están.

En Huesca esperan mucho de Rodríguez Zapatero, de sus ministros y presupuestos.

Vamos a ver si el nuevo presidente no les defrauda.

*Escritor y periodista