Hasta los huevos es como se siente el ex consejero de la Generalitat de Cataluña, Francesc Homs, después de que el presidente de la Generalitat destituyera a un consejero que expresó en público las dudas sobre si habrá referéndum para declarar la independencia. Homs es uno de esos mártires del proceso, ya que ocupaba un confortable cargo institucional y ahora está inhabilitado por su participación en aquella cosa rara que se celebró el 9-N, aunque sigue como diputado. Decía que Homs se declara «hasta los huevos» pero no entiendo muy bien si es por no poder opinar sin que te corten la cabeza en tu propio partido, o porque todas las medidas punitivas del Estado represor están recayendo sobre los hombros del PDeCat, mientras que Esquerra Republicana y la CUP se mantienen en el proceso sin mácula y, encima, creciendo en intención de voto. Él estará hasta los huevos de lo que le toca, pero yo, personalmente, lo estoy de que todo el mundo esté dando por hecho otra cosita sin importancia. Que es que, si hubiera el referéndum, ganaría el Sí. ¿Nadie se ha planteado que, a lo mejor a lo mejor, si la gente vota, puede salir un No como una casa? Desde la Generalitat están dando por hecho que tendrán nueva Constitución o nueva Hacienda, un montón de cosas nuevas cuando tengan un Estado nuevo libre de opresión. Pero ¿y si los catalanes que viven en Cataluña (no nos olvidemos de que hay muchos que están fuera, y no podrán votar), esos catalanes, digo, le dicen que no a Puigdemont? No sé, se me ocurre así, a lo loco…

*Periodista