Una característica lacerante de la crisis económica que ha transformado la sociedad española ha sido el empobrecimiento de las clases medias. Cuando el ciclo parecía que los sablazos llegaban a su fin, incluso con el resarcimiento retroactivo de algunos excesos, a los zaragozanos les va a llegar un nuevo impuesto por contaminación de las aguas. El impuesto será legal porque fue aprobado, pero es a todas luces injusto y excesivo. El ICA dará que hablar.