El Impuesto de Contaminación de Aguas (ICA) lleva camino de convertirse en un conflicto enquistado. La Red de Agua Pública de Aragón (RAPA) ha advertido que iniciará movilizaciones si la DGA pasa al cobro los recibos correspondientes al 2017. Y reclama que se espere a las negociaciones previstas entre PSOE y Podemos para la reforma de este polémico impuesto. No tendría mucho sentido girar unos recibos basados en una tributación que ha sido cuestionada desde el primer momento estando pendiente unas negociaciones que forzosamente tendrán que modificarlo si llegan a buen puerto. Y la propuesta alternativa de la RAPA de que no exceda de la media española es coherente. No se necesitan más agravios.