La decisión la han tomado los jueces y por tanto poco queda que añadir, pero no deja de ser chocante que dos edificios como el Pabellón Puente y la Torre del Agua hayan perdido su condición de Bien Interés Cultural. No es sencillo situarse ante estos dos iconos de la Expo 2008 y asumir que más allá de que ahora el recibo de su IBI se ha disparado (la DGA es quien abona), tienen la misma catalogación que una nave industrial o una discoteca a pie de carretera, por ejemplo.