Estamos en una buena semana para preguntarnos para qué sirven los órganos de control de la administración regional. Mientras un dictamen del consejo consultivo de Aragón ha llevado al Gobierno a anular la oposición a auxiliar administrativo con 4.000 concurrentes, en el caso de la nueva ley de Pesca, el parecer contrario del consejo fue obviado. El mismo órgano cuyo informe es determinante para paralizar la prueba de acceso a la administración, es ignorado por la consejería de Agricultura. Es duro decirlo, pero si los dictámenes del consejo no son atendidos, las sugerencias del Justicia, ignoradas, y las recomendaciones de la Cámara de Cuentas, sorteadas... estos órganos fiscalizadores no sirven para nada.