La juguetera aragonesa Imaginarium, durante años todo un referente en el sector, estuvo a punto de desaparecer hace poco más de dos años por lo que se consideró un crecimiento desordenado. Un grupo de inversores se hicieron cargo de la situación y han logrado reflotar la firma en la que esperan beneficios este ejercicio tras siete años de números rojos. Al menos el ajuste ya se ha culminado. La apertura de nuevas tiendas prevé el resurgir de la compañía.