Les confieso que no acabo de entender muy bien qué importa y qué no a la gente: ¿el precio de los productos de primera necesidad?, ¿el monto del SMI?, ¿los resultados electorales de este o aquel bloque ideológico (o como quieran llamarlo)?, ¿si Iglesias será ministro?, ¿los impuestos de sucesiones que han de pagan quienes heredan más de un millón de euros?, ¿la sentencia en el juicio a los independentistas catalanes?, ¿la ídem en el de los EREs andaluces?, ¿la vista oral relativa a los chanchullos de Bárcenas, que no será televisada porque eso tal vez no importe... de verdad?, ¿la actuación de la llamada Policía Patriótica, que operó desde las cloacas del Estado a las órdenes del ministro Fernández Díaz?

Vayan ustedes a saber. Trump ha traído al presente la política imperialista que consagró la Gran Bretaña victoriana. Pero no sé si eso, o las actuaciones policiales en Hong Kong o las revelaciones sobre cómo hundieron al brasileño Lula, interesan al personal más que el consumo de pornografía por parte de los internautas adolescentes. ¿Está la ciudadanía indignada con Arias y Duato, la entrañable pareja de Cuéntame, por sus presuntos fraudes fiscales?

Ayer me preguntaron sobre los incidentes en el estrecho de Ormuz. Tendrán graves consecuencias sobre la economía global. Pero... ¿Quién ha sido? Para responder a la pregunta partí de la premisa de que casi todas las acciones encubiertas de cualquier signo que se producen en Oriente Medio están teledirigidas por el Mossad israelí. Existe una oscura alianza entre EEUU, Israel y las monarquías suníes del Golfo (inspiradoras a su vez de Al Qaeda y el ISIS) para mantener la región desestabilizada y disputársela a los chiíes (de Irán y otros países) y Rusia. Intenté describir el laberinto: el papel de los kurdos, el objeto del yihadismo, las estrategias del sionismo radical... Y entonces me vi a mi mismo hablando como un majara. Paré, bajé a la calle y me compre el Hola. Miré la última exclusiva de la publicación más leida en España: las fotos de Rivera y Malú. Divinas. Esto, pensé, es lo que de verdad importa.