Paco era un ZTV (zaragozano de toda la vida), de clase media acomodada, vivía en la plaza San Francisco, en un piso grande de su propiedad, tenía un apartamento en Salou y otro en Jaca, además tenía ahorrados en el banco 200.000 euros. Paco tenía dos hijos: Manu y María. Murió hace dos años (antes de que se reformara el impuesto de sucesiones) y sus hijos heredaron cada uno un apartamento, 100.000€ y la mitad del piso. Discutieron porque los dos eran más de montaña que de playa, pasa hasta en las familias mejor avenidas, pero al final lo arreglaron. Y del impuesto de sucesiones, ¿cuánto pagaron? Pagaron cero euros cada uno, es decir nada. Exactamente la misma cantidad que pagaron todos los hijos que heredaron lo mismo que ellos o menos. Este ejemplo ilustra perfectamente el hecho de que antes de la fatídica reforma prácticamente nadie pagaba impuesto de sucesiones, ya que una herencia de medio piso, un apartamento y 100.000 euros por hijo no es una cantidad tan pequeña.

Esta semana hemos sabido que la recaudación por impuesto de sucesiones en 2019 (primer año completo desde la reforma) se redujo en 51 millones de euros. Si los hermanos del ejemplo no pagaron nada antes de la reforma, significa que los que han dejado de pagar esos 51 millones de euros son los que heredaron más que Manu y María, es decir, los que eran más que clase media acomodada: los ricos.

¿De todas las necesidades que tienen Aragón y los aragoneses, la más urgente era regalarles 51 millones de euros a los herederos de los ricos? Pienso que no, pero está claro que Lambán pensó que sí. Veamos algunas alternativas que podríamos haber financiado con esa cantidad de dinero: podríamos haber eliminado todas las matriculas de la Universidad de Zaragoza (y sobrarían 2 millones), se pueden pagar 80.000 becas de comedor (los más tragones tendrían derecho a comer dos veces), podríamos contratar 1.500 maestros (dos en cada municipio de Aragón), o unos 1.000 médicos de familia, también podríamos haber casi eliminado el ICA, que ese si lo pagamos todos y para acabar permítanme barrer para casa, se podría subir el sueldo de los profesores en Aragón, que es el segundo más bajo de España. Mientras pasan estas cosas, leeremos titulares sobre si Echenique le dio la mano a la reina Letizia o si Ortega-Smith tiene buena puntería. Lo de siempre. *Profesor y economista