Hace ya casi un año nos encontrábamos en una situación como la actual, el eterno binomio impuestos/gasto público. Está claro que tenemos un déficit, la solución mas sencilla para los gobernantes pasa por subir los impuestos ¿hasta cuándo y hasta cuánto?

El equipo de gobierno municipal de Zaragoza ya ha pactado la subida de impuestos para el año 2005. El IBI incrementará un 23,75%; la basura un 42,5% en el 2005 y un 12% para el 2006; el agua un 18% en el 2005 y un 7% para el 2006. Con la traída del agua ¿habrá que añadir también algún otro incremento al precio del agua?

¿Qué ocurrió en el 2004? Ya subió el IBI un 9,8%, el Impuesto sobre Construcciones Instalaciones y Obras un 25%, el agua un 8,5% y las basuras un 8%.

Cuando la situación financiera de una administración es deficitaria, la solución más fácil es subir los impuestos para equilibrar, pero ¿no es mas racional mejorar la gestión, cobrar las deudas pendientes y recortar gasto corriente?

Según los medios de comunicación se renuncia a cobrar impuestos por valor de 3,3 millones de euros (solo los recibos anulados de IBI, agua y basuras representan mas de la mitad del importe) y precisamente son estos tres recibos los que van a registrar las fuertes subidas ¿Deben pagar justos por pecadores? ¿No sería más justo mejorar la gestión y no renunciar al cobro de deudas pendientes y a una manera de afrontar el déficit de forma más racional para todos?

Y si hay subida de impuestos ¿no debería ir acompañada de una mejora en el servicio y... ¿esta es la única manera de cumplir el plan económico financiero y sanear las cuentas? No, ésta es la fácil, aunque también sea la que incumple promesas electorales.

PERO ADEMAS resulta que con estas subidas de impuestos se prevé obtener 60 millones de euros en los próximos dos años, el doble de lo que se necesita para alcanzar el objetivo de estabilidad presupuestaria. ¿No debería servir esto para realizar nuevas inversiones en nuestra ciudad?

Todavía más, en el último pleno de 30 de julio se firma un decreto por el que se "suspenden" los pagos a proveedores (previsiblemente hasta septiembre/octubre) hasta que se apruebe el plan financiero, que según la Ley de Estabilidad Presupuestaria debería haberse aprobado en mayo. ¿Deben soportar las empresas la incapacidad del equipo de gobierno de gestionar sus propias cuentas?

El dilema no es pagar las nóminas o a los proveedores, la obligación de un gestor es pagar a todos. Las empresas, al igual que el Ayuntamiento, también tienen que pagar las nóminas a sus empleados y las cotizaciones a la Seguridad Social y a sus propios proveedores.

Y todo esto ocurre en verano cuando se supone que no nos enteramos. Pero la situación actual es muy clara. Los impuestos que están nos los suben, los que no deberían estar (Impuesto de Sucesiones) permanecen y los que no están, amenazan con estarlo (céntimo sanitario). Los impuestos nos persiguen en verano...

UNA CIUDAD también debe ser competitiva y la hacen competitiva o no entre otras cosas sus impuestos y tasas. Toda esta política tributaria lo único que va a conseguir es penalizar las inversiones productivas y mermar la capacidad competitiva de las empresas. Incrementar las tasas impositivas reduce la actividad económica, la creación de empleo y la riqueza y además nos coloca en clara desventaja frente a nuestras comunidades limítrofes.

*Presidente Confederación de Empresarios de Zaragoza