Los representantes políticos acostumbran a rentabilizar cada una de las acciones que ejecutan. Están en su derecho y es general. Pero a los ciudadanos o usuarios de las instalaciones que ponen en marcha por el desarrollo de su trabajo puede resultarles cargante que acudan a cortar cintas con cierta frecuencia en obras troceadas. Es el caso de la A-23. En verano se inauguró de forma oficial la variante de Sabiñánigo, con posterioridad se hizo lo propio en el tramo Nueno--Congosto y ahora, la ministra de Fomento ha participado en la apertura de 3 kilómetros hasta Monrepós.