Mientras en el sector privado se habla de una subida salarial entre el 1,5% de la oferta patronal y hasta incluso un 4% de la reivindicación sindical, en el sector público se sigue desojando la margarita de «Presupuestos si, Presupuestos no...» y del infumable 1% con el que se continuará perdiendo retribuciones y poder adquisitivo...Igualmente ha salido a la palestra lo de la jornada de 35 horas semanales. No se han enterado que la mayoría de los empleados públicos no quieren trabajar menos horas sino ganar sueldos dignos por las horas que ya están trabajando y que les devuelvan lo que les han usurpado en los últimos años. Como por ejemplo el 5 % desde el 2010. Y las ayudas sociales, que a día de la fecha continúan reducidas a la mínima expresión. Resulta vergonzoso que haya funcionarios que cobren por debajo de los 707,6 euros del salario mínimo interprofesional como los de los grupos C2 y AP -antiguo grupo E-. En concreto el Grupo C2 tiene asignado un sueldo de 605,25 euros mensuales y las AP de 553,96 euros. Por no hablar de diversos colectivos de personal laboral, que están con salarios mínimos en algunos ámbitos.

La denominada subida salarial vs presupuestos generales para los empleados públicos va a suponer una nueva pérdida de poder adquisitivo, o lo que es igua, una nueva bajada de retribuciones. ¿Por qué decimos esto?

En primer lugar, porque para hablar de subida salarial se tendría que haber recuperado previamente todo lo que se ha quitado a los empleados públicos en los últimos años. ¿Dónde está el 5 % quitado desde el 2010? ¿Dónde está la paga extra del 2012, que muchos todavía no han recuperado? ¿Y la paga extra del 2013 y 2014 que también ha sido hurtada a muchos trabajadores? ¿Dónde están los complementos sobre las prestaciones de I.T. también suprimidos? ¿Dónde están las ayudas sociales en muchos casos reducidas en porcentajes superiores al 70 %, cuando no en su totalidad? ¿Dónde está la carrera profesional? ¿Dónde está la

recuperación de los años de congelación salarial, o el incremento salarial perdido en años anteriores con aumentos por debajo del IPC, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivos? etc, etc.

En segundo lugar, porque para hablar de subida, el incremento salarial debería de ser superior al IPC previsto para el mismo y contener la correspondiente cláusula de revisión salarial para el supuesto de que el IPC supere al incremento recibido. Lo contrario no es subida salarial, es nueva pérdida salarial.

Durante los últimos 35 años los empleados públicos han perdido más del 50% de su poder adquisitivo. En el año 2016, los empleados públicos pueden comprar con su salario menos de la mitad de lo que podían comprar en 1982. Lo único que pretenden es vender el mensaje políticamente interesado de que el Gobierno ha pactado con los agentes sociales un incremento salarial del 1 % para el 2017, con lo que «los funcionarios se suman a la senda del crecimiento económico emprendida y bla, bla, bla…»

Desde la FEP-USO no vamos a ser cómplices de este engaño, y vamos a seguir reivindicando la recuperación de todas las retribuciones que nos han sido sustraídas en los últimos años de toda clase y especie. Por eso, desde la FEP-USO exigimos al Gobierno que dicte las normas necesarias para «abonar ya» sin más demoras, a todo los empleados públicos, un incremento salarial para el 2017 sin esperar la aprobación de los Presupuestos Generales así como la recuperación del 5 % sustraido en el 2.010. Todo ello como paso previo a la recuperación del resto de los derechos arrebatados como consecuencia de la crisis económica. Si los funcionarios han sido los principales «paganos de una crisis» de la que no fueron responsables, va siendo hora que también vean en sus nóminas las consecuencias positivas de la salida de la misma.

Se hace necesaria la apertura de un proceso de negociación entre Gobierno y organizaciones sindicales con representación en las Administraciones Públicas, de un Plan de Recuperación de los Derechos Laborales, Económicos y Sociales perdidos, más allá de esos exiguos incrementos porcentuales que encubren una nueva perdida de retribuciones y una nueva pérdida del poder adquisitivo para los empleados públicos, por si sus salarios no estuvieran ya bastante masacrados. Hablar de subida salarial, si no se dan la anteriores premisas es pura falacia, es una ficción para engañar a una opinión pública por parte de poderes fácticos que pretender terminar con todo aquello que huela a «gestión pública», en beneficio de la «gestión privada». Con el consiguiente incremento en el coste de los servicios públicos y pérdida en la calidad de prestación de los mismos. Cuestiones estas que finalmente -ambas- terminarán pagando y sufriendo los trabajadores del sector privado y el conjunto de la ciudadanía.

*Federación de Empleados Públicos de USO Aragón