Todavía amaga Biel con dar un último (y doble) salto mortal para aterrizar en Madrid (en el Senado, se supone) dejando aquí al PAR atado y bien atado. Lo cual pone de los nervios a mucha gente, incluidos no pocos conmilitones de nuestro político favorito y eterno: covirrey de Aragón durante lustros, superviviente absoluto, autonomista de pega, bisagra, clavico, capo implacable, conseguidor, optimista compulsivo, optimista depresivo, amo y señor de lo suyo, agudo observador... y todo lo que ustedes quieran. Ya se sabe que personajes como este llevan demasiado tiempo en la burbuja y no saben desconectar. Han acabado por creerse sus propios argumentarios, por lo que no serían capaces de volver a una realidad que ignoran. Por eso don José Ángel pretende estirar en la capital del Reino su dilatado currículo de mandamás, encarnarse en Arturo Aliaga y dejar a Boné con un palmo de narices. Lo normal.

Pero yo, lo confieso, estoy ahora mismo en otro tema. Aquí, en Huesca, se celebra justo ahora el XV Congreso de Periodismo Digital. Precedido de un seminario sobre periodismo comprometido y un encuentro simultáneo de responsables de medios digitales y profesores universitarios, este evento congrega a centenares profesionales de la información. Semejante cónclave no solo sirve para hablar y debatir sobre las nuevas herramientas electrónicas y el impacto de internet; también abre el compás para que volvamos sobre el otro meollo de la cuestión: definir por qué somos periodistas, insistir en nuestro papel de perros guardianes de la democracia y reclamarnos a nosotros mismos independencia, capacidad crítica, veracidad y honradez.

Hemos hecho de Huesca la capital de nuestro mundo global. Hasta el punto (y he aquí un ejemplo fastuoso) de que durante los últimos días se ha emitido desde aquí, en riguroso directo, el programa radiofónico matinal más sintonizado en México (22 millones de oyentes). En medio de este magnífico berenjenal, ando ocupadísimo. Así que ya volveré con lo de Biel&company otro día. No han de faltar las ocasiones.