Podemos acojona, y no solo en la derecha. Desde los círculos más diversos se alega que Pablo Iglesias es un invento mediático, un artificio televisivo, un producto ideado por la factoría de Mediapro-La Sexta (que ya es rizar el rizo). Curioso. Porque, vamos a ver: ¿existe alguna figura política de algún relieve que no asiente su presencia pública en los medios? Está claro que no. Desde que Kennedy ganó el famoso cara a cara a Nixon, candidatos y cargos se han afanado en comunicar e influir racional y emocionalmente en los electores. Lo que pasa es que muchos fracasan en el intento.

El liderazgo se gana en el ágora y ahora ese ámbito es electrónico. Hoy no es concebible una o un aspirante a ocupar puestos de relieve que no tenga las ideas claras, buena retórica, telegenia, cercanía, visión estratégica, habilidad táctica... y además un adecuado conocimiento del inglés. Solo en España se suceden los presidentes del Gobierno que rondan por las cumbres como almas en pena sin poder integrarse en los corros ni hacer apartes con sus homólogos (aunque sea para cagarse en sus muertos) porque no manejan la actual lengua franca. Solo aquí tenemos que meternos entre pecho y espalda discursos vacíos y mal construidos, ruedas de prensa sin preguntas (como la que dio el PP la noche del domingo), entrevistas pactadas y otras anomalías. Cuando Zapatero decidió los primeros recortes (obligado por los amos del mundo) sin siquiera salir por la tele a explicar la canallada, o cuando Rajoy guarda silencio y se aparece a los periodistas en una pantalla de plasma, las reglas de la democracia saltan por los aires.

Pablo Iglesias tiene cosas que decir y las dice bien. Por eso es un animal televisivo, por eso se vende bien a través de internet y las redes sociales. Es joven, es rojo, es doctor en Ciencias Políticas. Conecta con las clases medias progresistas. De momento, su gente se explica bastante bien (lean otra vez la entrevista con el nuevo eurodiputado aragonés, Pablo Echenique, publicada el martes en este diario). Solo provoca urticarias a los de la Casta... y a quienes no se han enterado todavía de lo que está pasando.