Los dedos se nos habían hecho huéspedes con esos ricos rumores llegados de Madrid en forma de prometida lluvia de millones de euros para Aragón, pero, al final, me temo, solo vamos a hospedar una nueva decepción, otra prórroga, un renovado volante para continuar aguardando turno en los presupuestos del Estado.

Se nos iba a internacionalizar el Canfranc, iba a encarrilarse al fin la línea de tren Zaragoza-Teruel-Valencia, pero los ministros Montoro y De la Serna sólo nos van a enviar este año la brigadilla de obras, con la misión de ir cubriendo las ñapas donde sean necesarias, tan solo las imprescindibles, allá donde las vías se hunden, se levantan, se herrumbran, allá donde el tramo, el puente, el talud no permite viajar a más de veinte kilómetros por hora,como en el siglo XIX, pero principios...

No hay que desesperar, no seamos, aragoneses, cenizos ni victimistas, no dejemos que el abatimiento nos nuble la razón ni la alegría natural de un territorio tan mimado por el Gobierno central como el nuestro, porque todo cambiará, por supuesto, Rajoy lo dice.

Solo hay que tener esperanza y un poco de paciencia. Y no mucha, pues el año próximo, según ha adelantado el ministro de Fomento, cuyo futuro presupuesto está ya, dada la demora del actual, al caer, habrá cientos de millones de euros para las infraestructuras de Aragón, sus aeropuertos y autovías, sus canales y carreteras y, sobre todo, para esas vías férreas que se caen literalmente, que frenan el progreso, la vertebración del territorio, que se retrasan siempre, que no se renuevan nunca y que de momento (pero no para siempre, ¡eh!) seguirán un año más en su actual y lamentable estado.

Ojo, 2018 será la bomba.

Entonces, y falta, amigos, tan poco, el Estado destinará 333 millones al tren de Teruel. Para este año, Serna adelanta 5, no mucho, la verdad, apenas un poco más del 1% de esos espejismos de inversión y oasis que el PP vuelve a prometer para Teruel, sin que de momento llegue otra cosa que un reloj de arena.

Poniéndose en la piel de Serna, hay que comprender que tiene otras prioridades. el AVE a Santander, su ciudad. El corredor ferroviario del Mediterráneo, como requieren Carles Puigdemont y Albert Rivera, que manda mucho. Satisfacer las demandas de las autonomías donde gobierna... Humanum est.