El Gobierno designó ayer a sus representantes para la inminente cumbre bilateral España-Aragón que volverá a reunirse cinco años después. Es muy importante la presencia, por la parte de Moncloa, del secretario de Estado de Administraciones Públicas, el aragonés Roberto Bermúdez de Castro. El exconsejero y exdiputado autonómico es plenamente conocedor de las necesidades de Aragón y pocos cargos en Madrid pueden tener la misma sensibilidad con las demandas históricas de una comunidad que tiene reconocida la posibilidad de un acuerdo directo de financiación.