Los vecinos de Épila han vuelto a salir a la calle y mañana domingo repetirán tras la agresión a un profesor por parte de un alumno de 11 años y la oleada de robos y actos vandálicos que sufren en sus carnes desde finales de septiembre. La situación lejos de ser normal, como indica alguna autoridad, refleja un enrarecimiento de la convivencia que debería ser atajado ya. Y para ello no solo es importante la vigilancia y la actuación policial.