Los servicios sanitarios de la Diputación General realizaron el año pasado 12.000 inspecciones en los 4.000 bares y restaurantes censados en la Comunidad Autónoma. Esta labor de control del Ejecutivo autónomo, de la que se derivó la apertura de 740 expedientes sancionadores, así como la cada vez mayor responsabilidad y profesionalidad del sector de la restauración, han derivado en una progresiva reducción de las intoxicaciones alimentarias en Aragón. Aún así, los 386 casos que se han registrado este año (frente a los 543 del 2002 o los 480 del 2003) indican que ni Administración ni hosteleros pueden bajar la guardia.