Parece que el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska se ha tomado en serio la necesidad de renovar las sedes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil en Aragón. No será por falta de tiempo porque los planes fueron anunciados hace 15 años, aunque las ideas de ambos proyectos llevaban aún más tiempo cociéndose en los despachos. Ambos cuerpos requieren de otras infraestructuras más grandes y más acordes con los tiempos. La comandancia necesita aglutinar todas las unidades que actualmente están dispersas por Casablanca, Casetas y el acuartelamiento del Carmen. Y la Policía tiene que remodelar en profundidad General Mayandía para hacer habitable un complejo que arrastra problemas desde hace muchos años. El relanzamiento de ambos proyectos es una buena noticia. Ahora solo queda que el ritmo no pare, se acierte con las empresas, y se mantengan los plazos.