Es sorprendente la cantidad existente de inventores de conspiraciones. Hemos llegado a leer que en realidad todo esto de la pandemia no es sino un intento del Gobierno para restringir las libertades individuales dando poco menos que un golpe de Estado. Y aun con matices, la teoría la mantenía desde la extrema derecha hasta opinantes exquisitos que están por encima del bien y del mal, de los que con nada se comprometen pero arrean un día sí y otro también a los mismos: siempre a la izquierda. Mediocres que no entienden que hay un virus que mata y que lo que recomiendan los científicos en todo el mundo es el confinamiento cuando es necesario. Las medidas que ha implementado en cada momento el Gobierno de España no difieren de las que han adoptado la inmensa mayoría de los países, salvo los negacionistas e irresponsables como Trump, Bolsonaro y el propio Boris Johnson al que no le quedó más remedio que entonar el mea culpa y reconocer en la BBC que no entendió la pandemia en los primeros meses. Al pasar por la UCI él mismo, se le aclararon las ideas. Y con las ideas más claras acaba de afirmar que «los anti vacunas están chalados» al mismo tiempo que anunciaba que su Gobierno lanzaba un gran plan de vacunación contra la gripe para tratar de evitar el colapso del sistema sanitario si hay otra oleada este otoño/invierno de coronavirus. Así que aprendamos en cabeza ajena. Haga caso a las autoridades sanitarias: si toca vacunarse contra la gripe, hágalo. Si tiene más de 65 años y toca contra el meningococo, vaya pidiendo cita y ojalá podamos disponer pronto de la vacuna contra el covid19. Hay obligaciones sociales que están por encima de las libertades individuales, porque está en juego la vida. La propia y la de los demás. Los que nunca lucharon por la Libertad, ahora se convierten en sus paladines. No haga caso. Sólo es para despistar. H