El pasado viernes, en la sede del Instituto Tecnológico de Aragón (ITA), se produjo simultáneamente la clausura de las actividades desarrolladas por el programa Innovaragón y la presentación del libro blanco sobre la innovación en España elaborado por la Fundación Cotec. Ambos actos se situaban en la perspectiva de potenciar la investigación y el desarrollo de las nuevas tecnologías en nuestra comunidad autónoma; un reto al que Aragón llega tarde pero con la voluntad de recuperar el tiempo perdido.

Nuestra región sí que dispone de instrumentos para la investigación. La Universidad pública y los nuevos institutos creados por el Gobierno autónomo constituyen una infraestructura suficiente. Pero la innovación requiere que sean el conjunto de los individuos y sus organizaciones quienes comprendan y asuman la importancia del desarrollo tecnológico y del conocimiento. La interacción de los poderes públicos (desde la UE hasta las administraciones locales) y de las instituciones académicas con las empresas y las organizaciones sindicales y empresariales es hoy imprescindible para mantener en marcha un modelo de sociedad avanzado, adaptable y en permanente evolución. Un objetivo imprescindible.