Los sobrecostes y las veleidades en la construcción de la línea AVE entre Madrid y Lérida por Zaragoza ya han sido sistemáticamente denunciados desde estas páginas, pero a la vista de los nuevos datos distan mucho de estar definitivamente olvidados. Sólo hay que analizar el ejemplo que hoy se cita en estas páginas, en el que una auditoría revela irregularidades en un sistema de aviso a los maquinistas que, además de ser posiblemente prescindible, costó a las arcas públicas cientos de miles de euros más de lo razonable a precios de mercado. Duele decirlo, pero probablemente no es el último capítulo de los deslices económicos del AVE.