Aragón va a ser de nuevo escenario de una deslocalización empresarial. La firma de cerámica sanitaria Jacob Delafon, con 50 años de actividad en la planta de Sobradiel, ha decidido trasladar la producción a Tánger, lo que representará el despido de unos 160 de los 200 trabajadores actuales. Se quedarán los comerciales y distribución. El hundimiento del sector de la construcción habría provocado esta decisión, además de la búsqueda de una fabricación a más bajo coste en África. De nuevo, la sombra del paro puede atrapar a decenas de aragoneses.