La gestora que desde ayer se hace cargo del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jamón de Teruel tiene como misión poner orden en el órgano que dirige una de las entidades más emblemáticas de la agroindustria aragonesa. Los últimos conflictos surgidos entre sus directivos han obligado a actuar al consejero de Agricultura, Modesto Lobón, para frenar la sangría de desprestigio que se producía. La idea es celebrar nuevas elecciones antes de julio y, entre tanto, examinar la situación financiera y decidir si es necesaria una auditoría. Parece lo más elemental para conocer las posibles irregularidades que se han denunciado. Mientras, los grupos de Blanqueo y Delincuencia Económica de la Policía investigan la documentación. Dos caminos distintos y complementarios para aclarar los hechos.