Creo que Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, no era consciente de la puerta que abría cuando invitó al palco a Jordi Évole en Salvados (La Sexta). Supongo que entendió que iban a hablar de fútbol y esas cosas, pero cuando el Follonero sacó su tablet y empezó a extraer datos y denuncias, el gesto siempre compuesto de don Florentino, se agitó un poco, no mucho. Hay que reconocerle gracia a este personaje liso y laso, un hombre poco dotado para excitar pasiones, cuando escuchando unas palabras de Gaspar Llamazares soltó: "¡Es que me pone usted a una gente...!"

Pasó un mal rato don Flo. Le hubiera gustado más estar en su casa contemplando la entrevista que Risto Mejide (Cuatro) le hizo a una monja; Risto ha elegido también el domingo para competir con Jordi en un género similar. Es una mala opción. Sentados en su chester o sofá, el enfant terrible catalán se dio con un bombón de licor como sor Lucía, esa monja argentina que cree que Artur Mas es una buena persona.

Fue lo más insólito que soltó, porque el resto nos dejó con la sensación de haber escuchado a una criatura inteligente y despierta. Tanto que Risto le confesó (¡) que si se presentara a unas elecciones la votaría. Sor Lucía es tan rotunda que debería cobrar por sus entrevistas (y entregarlo a los necesitados). Es tan brillante que hace bueno a cualquier entrevistador. Yo hubiera cambiado los papeles: sor Lucía entrevistando a Florentino Pérez. Hablando de ricos y pobres. ¿Qué tal? Y Risto a Jordi.