Si las tres cualidades imprescindibles para el político (según Weber) son la pasión, el sentido de la responsabilidad y la mesura, entenderemos porqué en las encuestas del CIS suspenden nuestros líderes. No se salva ni uno y, para nuestra desgracia, parece que no hay relevo, ya que si todos repiten es porque pecan de lo mismo, de esa vanidad que los convierte en unos borregos impermeables al buen juicio, como los define el filósofo alemán. Pero, cuidado, la política sigue siendo fundamental para gobernar un país. La Administración del Estado, y más en la situación que vivimos y vamos a vivir, requiere una buena gestión política y, ahora mismo, ninguno de los cuatro máximos líderes políticos dan la talla para administrarnos, como acaban de demostrar. Quienes vayamos a votar el 10 de noviembre, faltaría más, y quienes se abstengan con todo su derecho, no cuestionan la democracia que nos da el privilegio de cambiar el juego de manos hasta cuatro veces en cuatro años, sino la imprudente e insensata actuación de los elegidos, de esos políticos adolescentes como les llama Feijóo, que van a colgar su jeta, otra vez, de las farolas y los semáforos. ¿De verdad que no hay relevo? Me niego a pensar que nadie en los partidos se cuestione la sangría económica que suponen otras elecciones cuando aún se adeudan las de hace cuatro meses. ¿Otra vez vamos a financiar los escaños a 21.167,64 euros? Habrá que hacerlo, porque los que pierdan en las próximas reclamarán por los perdidos aún no cobrados. Más de 540 millones llevamos gastados desde que tenemos gobiernos en funciones. A ver cómo explican en campaña el bloqueo político que niega a muchos ciudadanos derechos ya comprometidos mientras la deuda nos asfixia a todos. Y ahora, corran a hacerse fotos para dar otro perfil en campaña. Otra jeta.

*Periodista