El significado de un suicidio abarca más allá del hecho mismo. No podía ser menos con el de Jokin. Pero además hemos ido sabiendo que no era un caso aislado. La práctica del maltrato entre compañeros de escuela no se concentraba sólo en él. Y la indiferencia o incapacidad de los profesores tampoco. Hay más razones para formular algunas cuestiones básicas, puesto que se trata de fenómenos que ocurren en un espacio dedicado a la educación, al aprendizaje de la convivencia, y que ha puesto de manifiesto el fracaso de esa función. Llama la atención el esfuerzo que se pone para seguir aislando lo que sucede y evitar que se formulen preguntas que vayan más allá del hecho mismo. Se olvida que cualquier escuela está entroncada en una sociedad. No se quiere tomar conciencia de lo que se sabe: que el comportamiento de los alumnos refleja los parámetros de comportamiento habituales en la sociedad, que los sucesos del instituto de Hondarribia son ecos de la sociedad vasca, de los discursos y comportamientos habituales en ella. El suicidio de Jokin no fue un hecho aislado. Los sucesos no son un hecho aislado. El instituto no es un ámbito aislado. El comportamiento de los profesores no es algo aislado. Todos son espejo de una realidad social. *Exdiputado del PNV.