El último Premio de las Letras Aragonesas ha recaído sobre José Luis Corral, catedrático de Historia Medieval en la Universidad de Zaragoza, uno de los medievalistas con mayor prestigio internacional y más que prolífico autor centrado en la novela histórica, género del que ha hecho siempre una elocuente defensa, tanto ante los adeptos de la más firme ortodoxia academicista, del ensayo cabal, objetivo y exacto, como ante los entusiastas de la ficción poco amantes del rigor y de la verosimilitud. Afirma José Luis que la extrema seriedad de los primeros ha alejado al gran público de la Historia, mientras que la fantasía excesiva de algunos narradores tiende a derivar en mitos y falsas creencias que arraigan con facilidad en lectores poco informados. En cualquier caso, la popularidad y éxito de la novela histórica en la actualidad han contribuido en gran manera al auge de un nuevo interés por conocer nuestro pasado, algo imprescindible según Corral, ya que «La Historia nunca justifica el presente, pero sí lo explica».

En sus palabras de agradecimiento, tras recibir el galardón de manos de Javier Lambán, presidente del Gobierno de Aragón, Corral, quien también será el pregonero de la próxima Feria del Libro de Zaragoza, se mostró muy generoso al reconocer que el premio no solo recaía sobre él mismo y la novela histórica, sino también sobre todo el sector del libro. Así mismo, expreso un emotivo recuerdo hacia la Asociación Aragonesa de Escritores, de la que fue fundador y actualmente presidida por Javier Fernández, y hacia la Asociación de Amigos del Libro, con Eugenio Mateo al frente. Por mi parte, es además muy de celebrar que el premio haya reconocido este año la labor de un autor cuya trayectoria se ha desarrollado fundamentalmente en esta tierra. H *Escritora