Todo un especialista en la historia de la música contemporánea, Javier Losilla, acaba de sorprendernos gratamente con el que, por ahora, es su último libro, su última entrega: ¿Sueñan los joteros con guitarras eléctricas? Una crónica, necesariamente compendiada, de las músicas urbanas que en Aragón han sido.

Pese a la dificultad del proyecto, Losilla ha sido de capaz de organizar el ingente material histórico y musical en vibrantes capítulos distribuidos por décadas. La primera de ellas, correspondiente a los años sesenta, nos depara una nómina de pioneros rockers , encabezados por un personaje de leyenda, Rocky Khan. Un zaragozano, José Luis Cano, que fue botones en la sala Pigalle y camarero en la Base americana, donde escuchó por primera vez a Elvis. Rocky llegaría a grabar varios discos, y alcanzó una cierta gloria en una carrera que tuvo similitudes con las de otros rockers e intérpretes aragoneses: Chico Valento, Baby, Gavi Sander´ s, todos ellos adelantados a su tiempo.

Los setenta fueron, en Aragón, patrimonio de la canción de autor. La Bullonera, Carbonell, Labordeta, Pequerull, Tomás Bosque y tantos otros supieron combinar las ansias de libertad política con los ecos de la canción francesa abanderada por Brassens. Curiosamente, el predominio escénico de los cantautores limitó, incluso, anuló, el florecimiento de otras hierbas musicales. Ni el rock ni el pop, pese a la eclosión mundial de estos géneros, depararon a lo largo de nuestros setenta sino un silencio extraño que tampoco Losilla, pese a sus muchas capacidades como crítico, se acierta a explicar.

Pero llegaron los ochenta, y todo cambió. El autor de ¿Sueñan...? sostiene que el primer compás musical de la movida madrileña correspondió a dos zaragozanos, Santiago y Luis Auserón (Radio Futura), a través de su disco Música moderna . Paralelamente, los concursos y muestras de rock organizadas en Zaragoza en los años 1982 y 1984 supusieron una auténtica explosión generacional. Alrededor de cuarenta bandas, muy distintas entre sí, pero unidas por el propósito de romper moldes y salir a la luz, participaron en esos maratones. Músicos como Mariano Chueca, Mauricio Aznar, Santiago del Campo, Gabriel Sopeña, Enrique Bumbury y otros muchos aparecen casi por primera vez, todos ellos jovencísimos, chorreando talento sobre los escenarios urbanos.

Héroes del Silencio, el grupo aragonés de mayor éxito, rompería todas las barreras, proyectando a medio mundo su atractiva, rockera y moderna imagen. En su estela, Especialistas, Sopeña, Amaral o Carmen París, entre otros, han obtenido también considerables éxitos, y un creciente reconocimiento.

Losilla, sin embargo, no olvida a los que quedaron atrás por diversos motivos, aunque algunos tuvieron su momento de gloria. Grupos como Los 3 Carino, de Huesca, que llegaría a realizar giras por Oriente Medio. Músicos como Fernando Arbex. Combos como Los Mestizos, o Combays, cuyo rumbavilly se anticipó a futuros mestizajes rítmicos.

El cuidado volumen, editado por el Gobierno de Aragón, reúne un útil y variado material fotográfico y bibliográfico, que hace más recomendable aún su lectura.

*Escritor y periodista