Las movilizaciones de los jóvenes en demanda de medidas contra el cambio climático es una nueva realidad que ayer se manifestó en distintas ciudades. Las advertencias científicas sobre las consecuencias de las agresiones que se cometen contra el Medio Ambiente no están siendo refrendadas con iniciativas políticas de calado que palíen las consecuencias sobre el planeta. Y son precisamente los jóvenes quienes han tomado mayor conciencia del mundo en el que les tocará vivir si no se frena el deterioro. No es una movilización romántica, es una exigencia a los dirigentes.