Los jueces españoles que conforman la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) han confiado en su colega zaragozano Emilio Molins la tarea de poner en marcha la figura del Defensor del Juez. Los magistrados también tienen problemas en el trabajo, fundamentalmente derivados de la falta de medios técnicos y humanos que les impiden desarrollar su función correctamente. Por eso, y porque no tienen derecho a sindicación como la inmensa mayoría de los trabajadores, han buscado el cauce más directo para expresar sus preocupaciones y sus quejas que están orientadas a mejorar la justicia en beneficio de los ciudadanos.