Si la estrategia de defensa de la infanta Cristina no hubiera pasado por comparecer ante el juez José Castro, y hubiera decidido recurrir su imputación a la Audiencia de Palma, una zaragozana habría decidido sobre el futuro judicial de la segunda hija del Rey. Se trata de Mónica de la Serna, una joven magistrada de la sección segunda que ya dejó constancia de su saber hacer jurídico en el fallo condenatorio de Mª Antonia Munar, expresidenta del Consell.