Se cumplen ahora 26 años desde que una poderosa multinacional del deporte escogiera las palabras que dan título a esta columna, para dar forma a un lema publicitario que perdura en el tiempo y que, aun en inglés, resulta reconocible en el mundo entero. Ese "sencillamente hazlo", como podría traducirse al español, se inspira macabramente en la última frase que pronunció en un penal de EEUU el condenado a muerte Gary Mark Gilmore, antes de ser ejecutado en 1977. El aniversario recuerda la importancia de pasar a la acción. Y no solo en el ámbito deportivo, pues la máxima vale para casi todo. De cara a próximas citas con las urnas, bien harían los políticos en hacer suyo el famoso eslogan y no regalarnos los oídos con promesas irrealizables o con ideas de bombero. Entre otras razones, porque, además de la inmoralidad que en sí mismo supone mentir, puede que este país, tan indulgente con programas electorales incumplidos, empiece a mostrarse más severo. Para empezar, con los ciudadanos renunciando a ejercer su derecho al voto. Las buenas palabras se agradecen, pero hace falta que se conviertan en hechos. De nada sirve que los partidos políticos hagan piña en torno a la dramática situación que, como denuncia Unicef, viven 80.000 niños en Aragón, si ese pomposo Pacto por la Infancia no pasa de una foto. ¿Acaso no son estos niños los que padecen los recortes en educación y en sanidad? Ahí les queremos ver. Si Michael Jordan anduviera por aquí, les espetaría un "just do it" por su sitio. Periodista