El Justicia de Aragón cerró 2017 con un récord de 3.000 quejas tramitadas, en un balance positivo emborronado por el todavía escaso cumplimiento de sus resoluciones desde la Administración, que oscila en el 50%. Los datos, no obstante, son esperanzadores y ponen de relieve el cariño hacia la institución, y la necesidad de que el relevo de Fernando García Vicente, que lleva más de tres años en funciones se realice pronto y con el mayor consenso.