La Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Aragón ha dado instrucciones para el control sanitario y nutricional de los comedores escolares, que será realizado por técnicos. Se pretende mejorar la salud de los estudiantes y prevenir la obesidad infantil, tras una comunicación enviada por un colegio de Zaragoza al Justicia, Fernando García Vicente, quién sugirió a los departamentos de Educación y Sanidad que supervisaran los menús de las empresas que suministran comidas en los colegios. Es de agradecer la rapidez de la gestión y la respuesta. Lo que quizá sorprende más es que no existiera un protocolo de controles oficiales para garantizar la calidad de la comida escolar en vertientes específicas para colectivos como la infancia, enfocando los hábitos saludables, que no se circunscriben solo a la alimentación.