La escuela pública de Aragón ha puesto el foco en la justicia y critica que haya un «gobierno en la sombra» en el Tribunal Superior de Justicia de Aragón que concede con rapidez medidas cautelares y condiciona la planificación de la Consejería de Educación. Quizás es mucho decir que los jueces juegan a ser políticos, pero la misma rapidez con la que dictan esas cautelares hay que pedírselas a los tribunales con casos como el del colegio Ánfora, las clases de Religión o el caso de los currículos, que parece que duermen el sueño de los justos en los despachos judiciales. Hace falta una justicia justa y para eso nada mejor que agilidad en las sentencias. Aplicarla solo para determinados casos dá mucho para pensar...