La primera aprehensión de karbuki, la droga que desde hace más de una década hace estragos entre la población marginal de Marruecos, ha tenido lugar en Aragón. Concretamente en Sariñena. Esta nueva sustancia, calificada por los expertos como una auténtica bomba. es una mezcla de maajún (harina con hachís) y fármacos legales que, unida al alcohol o el pegamento, actúa como un psicotrópico y provoca agresividad y hasta comportamientos caníbales. Otra droga de diseño a la que no perder de vista. Sobre todo porque se camufla con facilidad --como una pastilla cualquiera-- pero sus efectos son letales. Y como siempre, el objetivo de los traficantes son los más vulnerbles: jóvenes y desfavorecidos.