En Reino Unido ha sido un auténtico acontecimiento editorial, no en vano Rudyard Kipling es uno de los fundadores de la moderna narrativa británica. La aparición de Por el bien de la humanidad (traducido al castellano por Victoria León y editado por Reino de Cordelia) ha rescatado los primeros trabajos literarios de Kipling, en una muestra precoz de su talento y capacidad para mezclar voces, alientos y documentos de la realidad con seres fantásticos o inanimados.

En Por el bien de la humanidad, se recopilan 84 relatos y escritos diversos del joven Kipling. Los más antiguos (primeros de los suyos) corresponden a su época de redactor de la Civil and Military Gazette de Lahore. Con sólo 16 años velaba sus tempranas armas periodísticas, y con apenas 18, Rudyard estaba ya empleado como corresponsal en el Pioneer of Allahabad, otro destacado periódico hindú de la época (1887), cubriendo la actualidad de Shimla, adonde se trasladaba el Gobierno de Calcuta en sus épocas veraniegas, refrescando junto a las faldas del Himalaya la calurosa vida política y social del imperio hindú.

En paralelo a sus crónicas periodísticas comenzaron a publicarse en otros periódicos y revistas cuentos breves en los que ya Kipling mezclaba con pasmosa habilidad la realidad con la ficción.

Partiendo de hechos reales, que él mismo había documentado, o de aquellos extraordinarios tipos descubiertos por su capacidad de observación en una India multiétnica, el joven Kipling dejaba volar libremente su fantasía con el propósito de asombrar al lector.

Nunca fue canónico, pues desde sus precoces ensayos creativos experimentaría «con todas las formas y modos de escritura a su alcance: lo narrativo, lo anecdótico, lo absurdo, lo trágico, lo histórico, lo fantástico, lo confesional, lo paródico, lo dramático... tropezando con callejones sin salida, pero también hallando infinitas posibilidades» (Thomas Pinney, profesor emérito del Pomona College y autor de la presente antología).

Una manera inédita y colorida, multiforme y vital de acercarse a aquella India colonizada por los ingleses, caleidoscópico crisol que sólo Kipling captó en todas sus facetas.