Si en el pasado pleno de las Cortes el presidente aragonés, Javier Lambán, acusó al alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, de deslealtad y de rayar la ilegalidad por el conflicto surgido entre ambas instituciones por el ICA, ayer, el primer edil de la capital acusó al presidente y a su consejero de Economía, Fernando Gimeno, de faltar a la palabra dada y de romper el pacto político entre instituciones. A la tensión por los recibos del ICA se suma la autoliquidación del convenio del tranvía. Tras la ley de capitalidad, las relaciones entre ambas instituciones son una montaña rusa.